LA CONQUISTA DE LA MONTAÑA

Anselmo Vidal

Con la cabeza fría y al 110%

Anselmo Vidal, ‘greiman’ de la localidad leonesa de Sabero, durante una práctica sobre la nieve de los Picos de Europa. :: DM

DANIEL MARTÍNEZ

Anselmo Vidal participó en su particular ‘Gran Hermano’ mucho antes de que ningún creativo de televisión inventara el popular formato. En 1993, junto con otros 37 aspirantes a especialista de rescate en montaña, entró en la escuela que la Guardia Civil tiene en Candanchú (Los Pirineos). «Era parecido a lo de la tele. Llegaba el viernes y antes de las clases los profesores llamaban a dos personas que ya no volvían por allí», recuerda. Los descartes a veces sorprendían. Se quedaba fuera uno de los mejores escaladores de la promoción, el que destacaba con los esquíes. Él y sus compañeros del cuartel del Grupo de Rescate Especial e Intervenciones en Montaña (Greim) de Sabero comprendieron el porqué de aquella criba cuando empezaron a ejercer.

Entonces se dieron cuenta de que la estancia en Huesca era, ante todo, una preparación psicológica. Para tener la cabeza fría y saber responder en momentos de máxima tensión, para no dejarse llevar por el impulso y no dar un paso en falso cuando haya un montañista en peligro o para poder enfrentarse a un rescate en el que la víctima ya no respira. «Por mucho que se hable del tema cuando te forman, a trabajar con la muerte no te enseñan», apunta. La prueba es que incluso los que superan el reto de Candanchú, en ocasiones, llegan a su puesto y tienen que abandonar porque «no lo soportan psicológicamente».

 

En Sabero lo tienen calculado. Más o menos, cada diez años hay un accidente grave como el que en agosto de 2014 causó la muerte a tres integrantes de la Comandancia de León en la localidad de Maraña, la misma donde reside. Cada día, Anselmo trabaja con dos de los supervivientes:«Esa tensión está en el ambiente porque lo has vivido en tu unidad, pero no es necesariamente mala. Es la que te hace estar prevenido. Convives continuamente con un temor que en el momento en que entra una llamada desaparece para que no te frene y se convierte en confianza». En su opinión, la clave para superar ese estado permanente de alarma no es la valentía, sino la continua preparación, que en este oficio se convierte en imprescindible.

Reconociendo –aún más– el terreno, entrenando en el gimnasio, con prácticas en paredes o simas. No sólo es imprescindible para garantizar el éxito de un rescate, sino que en momentos de máxima tensión se puede convertir en una cuestión vital.

Preparación mental, física para portar a un herido o para superar una jornada de travesía con condiciones adversas y casi hasta filosófica. ¿Qué hacer cuando salvar a un herido supone arriesgar más de lo recomendable? ¿Cuando en un lado de la balanza está la propia seguridad y en el otro llegar a tiempo? «Conocemos el medio y nuestras limitaciones y eso nos permite agilizar muchísimo los tiempos, pero siempre hay que tener la cabeza fría y a la vez dar el 110%», defiende Anselmo, quien por la labor divulgativa que realiza de su oficio se ha convertido en uno de los ‘greiman’ más conocidos de España.

 

Dónde nació

En León,  el 5 de febrero de 1970. Actualmente reside en Maraña (León). Allí también regenta el albergue de la localidad

A qué se dedica

Es guardia civil del Grupo de Rescate Especial de Intervenciones de Montaña (Greim) de la localidad de Sabero, León

Los Picos en una frase

«El paraíso del alpinista»

Antes de que en sus redes sociales colgara vídeos de rescates espectaculares –en los más dramáticos no da tiempo a sacar la cámara–, el Greim ya era uno de los cuerpos de la Guardia Civil más reconocidos entre la población y en los titulares de prensa. «Las palmadas en la espalda se agradecen porque no siempre llegan, pero tenemos claro que no somos estrellas ni héroes. No se nos sube a la cabeza. Estamos centrados en lo nuestro, la montaña», concluye.